Álvaro Vega | Córdoba (EFE).- Una exposición de una treintena de cuadros y dibujos de Miguel del Moral, todos procedentes de colecciones privadas, ponen en valor su papel en el Grupo Cántico, un colectivo de artistas cordobeses, la mayoría de ellos poetas aunque también había dos pintores, que publicó en 1947 la revista que le da nombre y que constituye un movimiento cultural de primer orden entre la primera generación de la posguerra y la del 50.
‘Miguel del Moral, imagen de Cántico’ es una iniciativa de la Real Academia de Córdoba, que cada enero celebra una sesión dedicada a Cántico y que ahora pone énfasis en Miguel del Moral (Córdoba, 1917-1998), del que hace veintisiete años no se realizaba una antológica.
La Academia le dedicó uno de estos homenajes el 10 de enero pasado, junto a Ginés Liébana, que la institución lleva a cabo desde el fallecimiento de Pablo García Baena, que coincidió con el centenario de Mario López en 2018.
En la anterior antológica, que tuvo dos sedes y sesenta obras, también participó el comisario de esta nueva exposición, Miguel Clementson, catedrático de Historia del Arte y director de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Mateo Inurria de Córdoba.
En esta ocasión se trata de una apuesta por el amplio espectro de las obras de Del Moral que están en manos privadas, que «son de difícil para el público en general”, que “no se conocen suficientemente» y que representan sus tres etapas, la llegada a la madurez, una intermedia y la plenitud de la madurez.
Reivindicación de la memoria y la obra del pintor
«La exposición viene a constituir también una reivindicación de la memoria y de la obra de Miguel», ha dicho en una entrevista con EFE su comisario, para quien «Miguel del Moral fue el artista más representativo del Grupo Cántico y la revista, básicamente, pues fundamentalmente se debe a él en cuanto a su iconografía y todas las ilustraciones que se insertaban».
Esto «no quiere decir que no participaran otros artistas», ha subrayado Clementson. «También intervinieron Ginés Liébana y Pedro Bueno, incluso también en las dos etapas de la vista colaboraron distintos artistas».
De cualquier forma, «el que más permanentemente estuvo en o con la revista y con el grupo en general fue Miguel del Moral. De hecho, Pablo García Baena siempre manifestaba que Miguel del Moral y Gines Liébana eran tan ‘Cánticos’ como los poetas, porque realmente él era consciente de la importancia que la aportación de estos artistas y lo que representaban para el proyecto editorial de Cántico», ha destacado el comisario de la exposición.
Entre las obras que se muestra en la sede cordobesa de la Fundación Cajasol hasta el 11 de noviembre, está ‘El Ángel del Sur’’ que ilustró el primer número de la revista ‘Cántico’ en octubre de 1947, y el dibujo original de ‘La melancolía’, «otra de las obras que el propio Miguel más contento estaba de su ejecución y que, de hecho, expuso en cada una de las exposiciones antológicas, de las pocas que celebró».
Un artista de pocas exposiciones
Esta escasez es debido a que «no era un artista que se prodigara en mostrar su obra, porque realmente no lo necesitaba. La gente iba, los clientes le compraban directamente en el estudio y este cuadro, ‘La melancolía’, siempre lo incorporaba cada vez que se hacía una exposición antológica en torno a su obra, porque era un referente, a su juicio, dentro de su producción».
Uno de los hechos más destacados de la iniciativa es que se podrán ver tres retratos realizados por Miguel del Moral a Pablo García Baena, «uno prácticamente casi inédito de Pablo, con 19 o 20 años, otro posiblemente con unos 35 y un tercero con unos 40 o 45 años».
Como imagen de la exposición «hemos representado un arlequín, que es muy representativo también del Grupo Cántico. Hemos intentado buscar una imagen que no solamente fuese representativa de la obra de Miguel del Morán, sino que también abarcase el espíritu de Cántico», ha precisado el catedrático responsable de la muestra, académico como lo fue en su día el pintor.
En conjunto, ha dicho, «hay bastantes temáticas que son todas representativas de la producción de Miguel del Moral».
Iconografía representativa de Córdoba
Miguel Clementson se encuentra convencido de que Del Moral «es una figura muy representativa de Córdoba, porque de la misma manera que Julio Romero de Torres (del que se conmemora ahora el 150 aniversario de su nacimiento) creó una imagen mítica de la ciudad, Miguel del Moral en su época, en los años 40 y en los años 50, también creó otra iconografía muy representativa de la ciudad de Córdoba».
Pese a ello, a su juicio, «está claro que Córdoba tiene una deuda permanente con este tipo de artistas que han sido capaces de generar un mundo propio inserto en la propia ciudad, porque es que Miguel prácticamente desarrolló toda su secuencia vital y profesional como pintor aquí, en la ciudad, pero la ciudad no lo tiene reconocido».
De ahí que Clementson retome un proyecto olvidado para la casa de la Calleja de la Hoguera, que sirvió de lugar de trabajo para el pintor y de donde proceden doce de las composiciones de la exposición cedidas por su sobrina, Ana del Moral, casi la mitad de la muestra, destinado a «convertir el estudio en una especie de centro de estudio centrado en el Grupo Cántico», una reivindicación que ha hecho pública este viernes en la inauguración de la exposición el cirujano Manuel Concha. EFE
