Coripe (Sevilla) (EFE).- Una figura de un muñeco rubio vestido con un traje de chaqueta oscuro con una gran corbata roja, que recrea a Donald Trump, presidente de EEUU, ha sido ‘tiroteado’ y ‘quemado’ en el municipio sevillano de Coripe. Como cada Domingo de Resurrección se lincha a una figura de Judas. Representa a alguien cuya acción es reprobable bajo el criterio de los vecinos.
Se trata de una tradición centenaria en esta localidad sevillana. Cada Semana Santa cuelga de un árbol, para ser abatido a tiros y que le prendan fuego, un muñeco que representa a un personaje conocido. Este durante los últimos meses ha destacado por haber realizado alguna mala acción.
Silencio sobre la identidad de los autores
Las personas que lo elaboran lo hacen guardando celosamente el secreto de su identidad. Solo lo saben tres en el pueblo. Cuando llega al lugar donde tiene lugar la reproducción de la tradición es cuando se desvela.
El muñeco lo han confeccionado las madres de alumnos de segundo de ESO del CEIP Iripo de la localidad.
La quema del Judas de Coripe no carece de polémica, En 2018 fue elegida Ana Julia Quezada, asesina del niño Gabriel. La elección no gustó al Movimiento contra la Intolerancia. Este colectivo incluso planteó una denuncia ante Fiscalía de la Audiencia Provincial de Sevilla, que a archivó. Lo mismo que sucedió en 2019, cuando el Judas quemado fue el expresidente de la Generalitat catalana Carles Puigdemont.
El año pasado el Judas fue Koldo García, quien fuese asesor del exministro de Transportes José Luis Ábalos. El personaje está imputado por un presunto delito de corrupción en la compra de mascarillas en pandemia.