San Fernando (Cádiz) (EFE).- El escritor Jorge Molist propone un viaje por la España del siglo XVIII. Se trata de la épica en la que fue un imperio a uno y otro lado del Atlántico. Lo hace en su nueva novela, ‘El español’. Es una obra en la que, a través de su protagonista de ficción, rinde homenaje al menorquín Jorge Ferragut. Este es un héroe olvidado de la Guerra de Independencia de Estados Unidos.
«He estado en el siglo XIII, he estado en el siglo XV, y ahora he saltado al XVIII». Así lo ha explicado Jorge Molist (Barcelona, 1951) en la presentación de su nueva novela en Cádiz y La Carraca, en San Fernando. Se ha referido a algunos de los muchos escenarios por los que transcurre una nueva aventura literaria. Esta viaja también a lugares como La Habana, Jamaica y Estados Unidos.
Una novela para saldar deudas
Molist recuperó su vocación de convertirse en escritor cuando dejó su trabajo en Estados Unidos. Lo hacía en multinacionales como Paramount. En el 2000 publicó ‘Los Muros de Jericó’. Le siguieron otras como ‘El anillo’ y ‘La reina oculta’, con la que ganó el Premio de Novela Histórica Alfonso X. También ‘Canción de sangre y oro’, con la que obtuvo el Premio de Novela Fernando Lara; o ‘El latido del mar’, su última publicación.
La semilla de su nueva novela, que publica Grijalbo, tiene su origen precisamente cuando dejó Estados Unidos y volvió a España. Fue un regalo de despedida de sus compañeros. Recibió «un cajón de libros, cuatro libros sobre las cuatro grandes guerras que ha tenido Estados Unidos, la de Independencia, la de Secesión y las dos guerras mundiales».
Años después leyó el primer volumen. «Me sentí hasta ofendido al ver que en un libró de más de 400 páginas no se mencionaba para nada España», ha dicho. Eso «cuando sin nosotros no hubieran podido ganar la guerra de la Independencia. Me dije: ‘tengo que escribir sobre eso, por el reconocimiento nuestro en esta guerra, que por otro lado ayudó a que el imperio español tuviera la máxima extensión», explica Jorge Molist en una entrevista con EFE.
Y también quiso saldar otra deuda. La de rescatar la historia de Jorge Ferragut. De este, «una historiadora norteamericana cuenta que es el único español que luchó bajo la bandera norteamericana en la Guerra de Independencia». En ella «terminó como comandante de caballería. Es el héroe más desconocido en España y en Estados Unidos», afirma Molist.

«A su hijo, David Ferragut -que fue un héroe de la siguiente guerra, la de Secesión, y llegó a ser almirante de la flota estadounidense-, España le ha dedicado un sello y un monumento en Menorca y en Estados Unidos tiene dedicadas calles, monumentos, dos estaciones de metro. El hijo se ha comido la fama del padre, es injusto que esté tan olvidado, cuando su vida fue una verdadera aventura», explica.
«Ahora al menos tiene algo. Este libro que le he dedicado y que cuenta los primeros años de su vida. Aunque lo hace con otro nombre, Jaime, que en la novela protagoniza una historia «de amor prohibido, apasionado y muchas veces desesperado» que corresponde a la ficción.
Una historia de amor prohibido y una venganza
«Esto es una novela, para mí es importante la emoción en una novela». Lo cuenta el escritor, que, junto a la historia de amor ha incluido también la de una venganza.
Su protagonista, Jaime, abandona con 18 años Menorca. Entonces, la isla pertenecía a los británicos. Quiere vengarse de ellos combatiendo en el Caribe con las fuerzas de Carlos III.
Para ello viaja a Barcelona, a Madrid y a Cádiz. Es en un viaje en el que se encontrará con Almudena. Esta es una mujer de la que queda cautivado. Ella está en una situación desesperada desde que, de niña, su padre, impresor, fue condenado a ocho años de cárcel y trabajos forzados en La Carraca. Fue por verse involucrado en el motín de Esquilache.
«Es una novela que nos va a sorprender, a mi me ha sorprendido y fascinado aquel tiempo», afirma Jorge Molist.
Él también fue ‘el español’
No ha tenido dudas de que su novela debía llamarse ‘El Español’: «cuando le dije a un amigo que iba a titular así mi novela, me dijo que no podía hacer eso en un país donde unos no quieren ser españoles y otros quieren ser más españoles que todos los demás juntos, que iba a ser una provocación».
«Será una provocación o no lo será, pero es que el título es ese, no puede ser ningún otro título», respondió a su amigo Molist, que en 1984, cuando se fue a trabajar a Ohio a la central de Paramount, empezó a ser llamado «el español». EFE