Por: Antonio Suárez-Bustamante
Bruselas (EuroEFE).- La española Teresa Ribera, candidata a asumir la vicepresidencia de Transición Ecológica y de Competencia en la nueva Comisión Europea, ha trasladado al Parlamento Europeo que no pondrá pegas al despliegue de energía nuclear con los más elevados estándares de seguridad, sostenibilidad y gestión de residuos si es confirmada para el puesto.
Así consta en un cuestionario escrito en el que ha respondido a 16 preguntas de las diferentes comisiones parlamentarias relacionadas con sus carteras como paso previo a la comparecencia en la que tendrá que defender en persona su candidatura, prevista para la tarde del 12 de noviembre.
En el texto, la española remarca que «con respecto a la energía nuclear de bajas emisiones, es bien conocido que la Comisión lanzó en febrero de 2024 una alianza industrial para facilitar la cooperación de los actores de mercado a nivel de la UE» con el objetivo de «acelerar el despliegue de pequeños reactores modulares y garantizar una sólida cadena de suministro, incluida una fuerza laboral cualificada».
«Esto aumentará la capacidad de producción e innovación de la UE para acelerar el despliegue de los primeros proyectos de SMR en la UE para principios de 2030 bajo los más elevados estándares de seguridad nuclear, gestión de residuos, sostenibilidad medioambiental y competitividad industrial», añade Ribera.
👏 Congratulations to all 9 projects which have been selected to form the first batch of the #SMRAlliance Project Working Group!
— nucleareurope (@Nucleareurope) October 17, 2024
🎯An important step towards reaching the objective of deploying the first #SMR projects in Europe in the early 2030s. pic.twitter.com/YhtcBiLOuY
De esta forma responde la política española a la cuestión lanzada, en concreto, por la comisión de Industria, Investigación y Energía de la Eurocámara, en la que los eurodiputados preguntan directamente cuál es su opinión sobre la energía nuclear y los pequeños reactores nucleares.
En la misma línea, Ribera defiende que el bloque necesita «máxima eficiencia» en el «despliegue de diferentes tecnologías, tanto aquellas que están maduras como de nuevas tecnologías que pueden apoyar a la UE para lograr su descarbonización después de 2030″, al mismo tiempo que se respeta la competencia de cada Estado miembro para elegir su «mix energético«.
En sus respuestas, la candidata a vicepresidenta de Transición Ecológica del Ejecutivo comunitario defiende el proceso de descarbonización de la UE como principal factor de competitividad del bloque y explica la colaboración que tendrá que desplegar con otros de la Comisión, en especial el vicepresidente responsable de Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné, y el comisario de Clima, Wopke Hoekstra.
De hecho, una de las principales tareas de Ribera será diseñar con el primero el llamado Pacto para una Industria Limpia, dentro del cual la española propondrá iniciativas para «simplificar los procesos istrativos de descarbonización de la industria, establecer un marco para desarrollar mercados líderes y movilizar financiación privada para la transición», entre otras cosas.
En una línea similar, la española y el francés desarrollarán un «plan de acción sobre precios de la energía asequibles para empresas y hogares» que tenga en cuenta «todos los componentes», desde la fiscalidad a los mercados financieros para materias primas energéticas, a fin de «abordar una de las desventajas competitivas clave» de la UE.
Con el titular de Clima, por su parte, trabajará de cara a la elaboración de una propuesta legislativa con el objetivo de recorte de emisiones para 2040 que presentará «pronto en el nuevo mandato» y que «será la base» para la próxima contribución de la UE a los objetivos del Acuerdo del Clima de París.
«Al preparar el marco climático para después de 2030 aseguraré que se presta una atención especial sobre la eficiencia de costes, reforzando la competitividad global de la UE y estableciendo una transición justa», afirma Ribera.
En cuanto al plano personal, subraya que ha estado comprometida con la promoción de los bienes comunes europeos durante toda su carrera profesional, al tiempo que se muestra convencida de «la importancia de alinear las políticas económicas y medioambientales» para impulsar la prosperidad, la competitividad y el medio ambiente.
Adaptar la política de fusiones empresariales
Por otro lado, Ribera apuesta por «evolucionar» la política comunitaria de control de fusiones empresariales para que esté mejor adaptada a los retos que plantea la competencia global.
En el mismo cuestionario escrito, Ribera defiende que el control europeo de concentraciones debe adaptarse para «capturar necesidades y dinámicas como la globalización, digitalización, innovación y resiliencia», aunque sin olvidar el objetivo «básico» de «impedir una acumulación excesiva de poder de mercado».
«Se deben tener en cuenta los cambios en la escala eficiente para actividades intensivas en inversiones o en el ámbito geográfico de las operaciones de firmas rivales», explica.
Ribera es candidata a asumir la poderosa cartera de Competencia, que durante los últimos 10 años ha liderado la danesa Margrethe Vestager, y tiene el encargo de crear un marco que permita hacer crecer a compañías europeas de sectores clave para que puedan competir con sus rivales estadounidenses y chinas, principalmente.
En este contexto, la española garantiza a los eurodiputados también que buscará la «mejor forma» posible para atajar las llamadas «adquisiciones asesinas», en las cuales sociedades extranjeras adquieren firmas europeas innovadoras en operaciones que escapan el control de las autoridades comunitarias porque no superan los umbrales que activan este examen.
«Esto es clave para proteger la innovación y la futura competitividad en la UE», subraya Ribera sobre uno de los principales retos que tiene en esta cartera y que consta también en el mandato que le ha remitido la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
Como futura nueva líder de los servicios europeos de Competencia, Ribera promete que las reglas en este ámbito «serán aplicadas con solidez» durante su mandato, incluidas las nuevas sobre los mercados de servicios digitales (DMA), así como que las actuaciones «se centrarán en las ayudas o prácticas empresariales más distorsionadoras».
«Tenemos que simplificar aun más las condiciones para apoyar ayudas públicas. De la misma forma, no podemos permitirnos investigaciones antimonopolio indebidamente largas durante las que las empresas se siguen beneficiando de sus prácticas anticompetitivas», subraya Ribera.
A juicio de Ribera, las normas actuales de ayudas de Estado «ya dan numerosas posibilidades» para apoyar la descarbonización de la economía y son «ampliamente utilizadas» por los Estados , pero la UE debe «ir más rápido y más lejos» en su cumplimiento para «lograr objetivos comunes».
Sin embargo, la española advierte de que la UE «no se puede permitir una carrera de subsidios» que enfrente a los países «más grandes y ricos», con mayor capacidad para desplegar ayudas públicas, con los socios «más pequeños y menos enriquecidos», que quedarían «debilitados» en este escenario.
«Tenemos que promover ecosistemas industriales sostenibles para beneficio de toda la UE», defiende con respecto a otra de sus tareas, la de desarrollar un nuevo marco de ayudas de Estado para acelerar el despliegue de energías renovables, avanzar en la descarboniación industrial y asegurar una capacidad suficiente de fabricación de tecnologías limpias».
Editado por Miriam Burgués