Pamplona (EFE).- Los trabajadores de BSH, que se han concentrado este jueves delante de la fábrica en Esquíroz, se han postulado para lanzar el próximo chupinazo de los Sanfermines al considerar que las fiestas de Pamplona son un «escaparate inmejorable a nivel internacional» para sus reivindicaciones.
El presidente del comité de empresa de BSH Esquíroz, Juanjo Hermoso de Mendoza, ha señalado a los medios de comunicación que, si finalmente se va al periodo de consultas del ERE a partir del 16 de junio, el comité de empresa va a proponer su candidatura para lanzar el chupinazo.
El motivo, ha explicado, es que «esta plantilla está integrada por personas que participan directamente en los Sanfermines, como compañeros que forman parte de la comparsa de gigantes y cabezudos, compañeros que corren en el encierro, y compañeros y compañeras que pertenecemos a las peñas de Iruña».

Un entierro simulado
Los trabajadores de BSH Esquíroz se han concentrado este jueves ante la sede de la fábrica portando pancartas con lemas como ‘Vuestra fábrica, nuestra miseria’ y ‘BSH no se cierra’.
Han colocado asimismo un ataúd negro con la frese ‘Tu amigo de Balay’ y lápidas simuladas con la inscripción ‘RIP. BSH Esquíroz. 1970-2025?’.
Además, personas con caretas de calaveras y portando guadañas han subido al tejado del edificio y han descolgado pancartas en las que podía leerse ‘BOSCH kilss. Balay mata’ y ‘BSH acaba con la industria navarra del electrodoméstico’.
Sigue el «trabajo de cocina»
Hermoso de Mendoza ha explicado a los periodistas que el proceso de reindustrialización sigue en marcha y continúa el «trabajo de cocina» para buscar un posible inversor para la planta, aunque de momento no hay novedades al respecto.
«Hay opciones, pero, como en alguna otra ocasión hemos comentado, los procesos de reindustrialización son muy largos, se caracterizan por la prudencia y no podemos ofrecer información. Pero se está haciendo trabajo de cocina y esperamos que a la larga podamos alumbrar una solución», ha declarado.

El presidente del comité ha denunciado «la actitud y el comportamiento de la interlocución designada por parte de Alemania, que está radicada en Zaragoza, de BSH electrodomésticos España», porque según ha dicho están evitando reunirse con la representación de la plantilla.
Se trata, ha afirmado, de «un comportamiento que nos parece inaudito y un despropósito en esta situación y desde luego que es una auténtica irresponsabilidad».
Por ello, ha agregado, «en el hipotético caso de que vayamos a un período de consultas», desde la empresa «están sentando las bases para que no haya un acuerdo».
Algo más que una fábrica de ensamblaje
Tras resaltar que, a raíz de las reuniones del 11 de abril con los ministerios de Trabajo e Industria, «se han movido cosas», Hermoso de Mendoza ha resaltado el valor que tiene la planta de Esquíroz, que no es «exclusivamente una fábrica de ensamblaje» de electrodomésticos, sino una factoría que tiene «fortaleza industrial» y que es un «claro referente interno dentro de la multinacional».
«Lo que estamos diciendo es no al cierre, por supuesto, pero exponiendo la magnífica oportunidad que supone esta plantilla para que alguien, si es que BSH no quiere continuar, aterrice industrialmente en esta fábrica, porque somos profesionales y especialistas de alta cualificación», ha subrayado.
Prudencia y discreción
Hermoso de Mendoza, quien ha apuntado que el comité quiere que se flexibilice el plazo que termina el 16 de junio para la búsqueda de un inversor, ha comentado que de momento no hay ninguna novedad en ese sentido, aunque ha hecho hincapié en que estos procesos «se caracterizan por la prudencia y por la discreción».
«La esperanza es lo último que se pierde. Somos relativamente optimistas» y desde el comité «seguiremos trabajando para que haya una solución satisfactoria para los intereses de la plantilla de Esquiroz», ha manifestado.