Santillana del Mar (EFE).- Veinte jóvenes que cumplan 18 años y estén empadronados en Santillana del Mar podrán visitar cada año la cueva de Altamira, cuyas pinturas permanecen «estables dentro de la fragilidad».
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha hecho este anuncio en rueda de prensa junto a la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, tras presidir la reunión del Patronato de Altamira, primera que se celebra en más de dos años y en la que se ha analizado la situación de las pinturas y los proyectos para su conservación.
La cueva de Altamira mantendrá el actual régimen visitas (5 personas por semana y 260 al año) a las pinturas rupestres, algunas de ellas de más de 30.000 años, y será el Ayuntamiento de Santillana del Mar el que designe a la veintena de jóvenes que podrá acceder a la cavidad, sin que ello suponga un incremento del número total de entradas a la cueva.
El sistema comenzará el próximo año, de forma que quienes alcancen la mayoría de edad en 2025 podrán entrar a la cueva original en 2026.
La alcaldesa de Santillana del Mar, Sara Izquierdo, ha avanzado que los jóvenes se elegirán posiblemente mediante un sorteo y, como han subrayado el ministro y la presidenta, siempre bajo criterios de transparencia.
El objetivo, según han explicado, es «reforzar los vínculos» de los jóvenes del municipio con esta «joya del patrimonio arqueológico mundial».
Proteger la cueva
Además, el ministro ha informado durante el patronato del inicio del proceso de compra de una finca situada sobre la cueva para protegerla de filtraciones.
«Altamira no es solo un patrimonio de nuestro país, sino de la humanidad, y eso nos exhorta a protegerlo con más dedicación, sabiendo que preservamos el legado del mundo», ha asegurado.
Por ello, según ha añadido, desde el Ministerio de Cultura seguirán protegiendo, investigando y difundiendo este patrimonio «único», para que las generaciones futuras puedan seguir irándolo.
Urtasun ha subrayado que tras los 2 millones de euros invertidos en 2024 en el Museo de Altamira, el Gobierno central tiene prevista una inversión de 1,1 millones de euros para 2025 y se destinarán a mejorar el al museo, renovar la iluminación de la neocueva, al sistema de modelado digital de la cueva y a la compra de dicho terreno.

Plan para evitar «potenciales agresiones»
Sáenz de Buruaga ha anunciado que el Gobierno regional ha iniciado los trámites para la cesión gratuita al Museo de Altamira de dos fincas de unos 10.000 metros cuadrados colindantes al aparcamiento, para que pueda ampliar sus instalaciones y construir un almacén en una zona que está fuera del área de protección de la cueva, una cesión que esperan este materializada este verano.
La presidenta cántabra también ha señalado que, durante el patronato, el Ministerio ha confirmado que está «muy cerca» de dar luz verde a la declaración del entorno de Altamira como zona arqueológica y, una vez se realice, el Gobierno autonómico trabajará en la aprobación de un plan especial de protección.
Este plan, según Buruaga, no solo va a facilitar la investigación científica, la integridad geológica y la realización de actividades compatibles con su conservación, sino que, al mismo tiempo, es una «herramienta fundamental» para evitar «potenciales agresiones» a la cueva.
Afecciones como las que implicaba, en su opinión, el proyecto anunciado por el anterior Ejecutivo autonómico (PRC-PSOE) para aprovechar un acuífero y extraer agua del subsuelo.
«Nuestro objetivo es conseguir hacerlo dentro de esta legislatura, es una herramienta fundamental para evitar potenciales agresiones a la cueva», ha añadido Buruaga, quien ha recalcado que «con Altamira riesgo cero», porque «es nuestro Bien de Interés Cultural más internacional y un atractivo turístico de enorme importancia».